QUE NADA VUELVA A DORMIRSE EN TI
Has atravesado dimensiones de ti mismo que llevaban años, quizás vidas, esperando ser vistas. Durante esta experiencia, liberaste estructuras sutiles que operaban en silencio desde lo invisible, expusiste programas enterrados que te hacían creer que estabas limitado, e iluminaste espacios internos que el mundo no te enseñó a habitar. Al hacerlo, encendiste circuitos que no sabías que estaban apagados, expandiste la conciencia que vive en tu cuerpo y abriste portales de posibilidad que antes parecían lejanos. Has expandido tu centro, tu cuerpo, tu saber, y sobre todo, la conciencia que nunca fue perdida, solo velada.
ALKHĪMIYĀ no es una clase ni una técnica que se repite. Es una frecuencia viva. Una activación. Un movimiento interno que se despliega hacia todas las direcciones posibles. Se encarna. Se vive. Se elige. Porque esta alkhīmiyā no depende del tiempo ni del entorno, sino de la disposición radical de ser todo lo que eres. Cada respiración puede ser una llave. Cada percepción, una brújula. Cada elección consciente, un acto alquímico que modifica realidades.
Desde hoy, ya no hay excusas para volver a encogerte frente a realidades pequeñas. Ya no hay máscara que encaje en la piel que expandiste. Ya no hay mentira que tenga más fuerza que tu verdad. El mundo que conocías no desaparece, pero ahora puedes elegir cómo te relacionas con él. Y eso lo cambia todo.
Que no vuelvas a traicionarte para mantener vínculos que apagan tu fuego. Que no vuelvas a desconectarte de tu percepción para encajar en narrativas prestadas. Que no postergues más el milagro cotidiano de ser todo lo que eres. Porque el gozo, la expansión, la lucidez y la potencia pueden ser tu nuevo hábitat. No porque lo merezcas —esa palabra ya quedó atrás— sino porque ya eres eso, aunque no te hayas dado cuenta hasta ahora.
Y si alguna vez vuelves a dudar, percibe esta conciencia. Percibe a tu cuerpo, a tu respiración. Porque lo que ocurrió aquí no fue una experiencia: fue una llave. Y tú, tú eres la alkhīmiyā que buscabas. Tú eres la puerta que se abre, la luz y oscuridad que se integra y no se apaga, el código que transmuta, la conciencia que se expande. Eres el hechizo que se rompe y el universo que se reorganiza.
No te detengas.
No te apagues.
No te niegues más a ti.
SÉ.
ACCEDE A LAS GRABACIONES AQUÍ: